Usar máscaras ha sido un gran ajuste para muchas personas, pero aún más para los niños pequeños o aquellos con discapacidades que pueden no entender el propósito detrás de ellas. A veces puede ser difícil para los niños comunicar de manera efectiva cómo se sienten realmente, y en su lugar, pueden estar inquietos, llorar o actuar en respuesta a tener que usar una máscara. Si tu hijo expresa sentimientos de incomodidad o enfado por llevar una mascarilla, aquí tienes algunas formas de ayudarle.
Elija una mascarilla cómoda y pida ayuda a otros niños.
Deja que tu hijo elija entre varias opciones de mascarilla. Es posible que prefiera el aspecto o la sensación de una de ellas. Haz que tu hijo se pruebe varias opciones de mascarilla y que comparta con él cuál es la que menos le aprieta. Pregúntele qué siente en el puente de la nariz, en la barbilla, si le restringe la vista y qué siente al respirar.
A veces puede ser difícil comunicar lo que les gusta o no de una mascarilla, pero dándoles opciones, podrás ver fácilmente qué características prefieren. Si tu hijo no es capaz de comunicar o decidir lo que le resulta incómodo de una determinada mascarilla, otro niño puede ayudarte a resolver qué mascarillas evitar y cuáles son cómodas.
Practica en pequeñas dosis utilizando el refuerzo positivo
Practica el uso de la mascarilla unas cuantas veces al día en la comodidad de tu casa mientras tu hijo está relajado y libre para hacer otras actividades que le gusten. Ponga un temporizador para un periodo muy corto de tiempo de práctica, un minuto más o menos. Déle una instrucción explícita: «Primero la máscara y luego la merienda» o «Cuando el temporizador haga bip-bip, nos quitamos la máscara y nos comemos la merienda».
Deja que tu hijo continúe con su actividad favorita mientras practica el uso de la mascarilla, como jugar a videojuegos o que tú le leas su libro favorito para distraerle de la mascarilla lo máximo posible y crear asociaciones positivas con el uso de la misma.
Utiliza la desensibilización gradual
Si tu hijo se resiste mucho, puedes desensibilizarlo gradualmente a las máscaras. A continuación se sugieren algunos pasos:
- Haga que el niño sostenga y toque la mascarilla
- Tocar la cara del niño con la mascarilla durante unos segundos
- Enganche un elástico alrededor de las orejas
- Mantenga la máscara puesta durante un breve periodo de tiempo
- Llevar gradualmente la máscara durante más tiempo
Estos son simplemente pasos sugeridos y pueden desglosarse aún más y personalizarse según las necesidades de tu hijo. Practica unas cuantas veces al día. Pasa al siguiente paso cuando tu hijo se vea relajado en el paso actual.
Crea un cuento sobre las máscaras
Reúne unas cuantas fotos de tu hijo y añade una máscara a estas fotos. Puedes usar papel y pegamento para pegar la máscara a la foto o usar Photoshop. Utiliza estas fotos para crear un minilibro o un cuento que hable de por qué es importante llevar máscaras y cómo les beneficia.
Tolerar que otros lleven máscaras
Los niños pueden tener miedo de que otros lleven máscaras porque las máscaras y los protectores faciales se asocian a personas que proporcionan experiencias poco cómodas para los niños, como los dentistas, los médicos, etc., que suelen ser citas muy exigentes en cuanto al tiempo y requieren la asistencia de otro adulto y, a veces, incluso la sedación. Dado que estas citas son difíciles y sólo se producen una o dos veces al año, el niño no tiene suficiente práctica y exposición para poder tolerar que otros lleven una mascarilla o establecer asociaciones positivas con las mascarillas.
Explique a su hijo la importancia de llevar una mascarilla y muéstrele que la mayoría de la gente tiene que llevarla ahora. De este modo, dejará de pensar que sólo unas pocas personas en determinados puestos llevan máscaras y pasará a pensar que todo el mundo debe llevarlas para mantener la seguridad de las personas. Es aún mejor si pueden asociar a las personas que llevan máscaras con sus seres queridos al ver que sus amigos y familiares también las llevan.